Santo Antonio fue el primer asentamiento azoriano de la isla de Santa Catarina. Esta localidad ubicada en la fracción centro-noroeste recortada geográficamente por pequeñas ensenadas con leves y hermosas colinas que la tornaron de un espíritu romántico que invita al relax.
Santo Antonio nació mirando para el mar y se destacaba entre las demás ciudades por tener puerto propio y estratégicamente ubicado, favoreciendo el comercio entre el Norte de la Isla y el puerto de Desterro.
Santo Antonio de Lisboa conserva uno de los conjuntos arquitectónicos más representativos de la fase de colonización del litoral. En la calle principal como en algunas transversales están presentes expresivos casarones antiguos, se destaca en estilo barroco la Iglesia Nossa Señora das Necessidades donde la comunidad local se reúne frecuentemente y donde se realiza la Fiesta del Divino Espíritu Santo cada año en el mes de septiembre. Su núcleo histórico está protegido como Área de Preservación Cultural.
Sus aguas calmas aunque no aptas para bañarse, hacen el marco ideal al paisaje que invita a disfrutar de un paseo junto a la familia y los amigos conociendo un poco de la historia de Florianópolis y degustar de las propuestas culinarias típicamente portuguesa que ofrecen los restaurantes situados frente al mar.
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